Rápidamente han circulado comentarios en diversos medios de comunicación de Estados Unidos de que el abridor del primer juego del Clásico de Otoño por los Medias Rojas de Boston anoche, el zurdo Jon Lester, alegadamente pudo haber utilizado alguna sustancia extraña para alterar la bola o el movimiento de esta al lanzar.
Lester estuvo magistral al blanquear a San Luis durante casi ocho entradas, en las que ponchó a ocho Cardenales y solo les permitió cinco hits.
Los comentarios se basan en el señalamiento que hizo un jugador del sistema de ligas menores de los Cardenales, el lanzador Tyler Melling, quien dijo que observó algo extraño en el guante de Lester. Rápidamente los medios como CBS Sports y NBC han echado a correr el asunto por medio de sus portales de internet, y han mostrado también un vídeo en el que supuestamente Lester aparecería tocando el interior del guante y luego la bola.
Entretanto, según reportó el periodista Ken Rosenthal, de la cadena Fox Sports, la oficina de Major League Baseball (MLB) emitió unas declaraciones restando credibilidad a este asunto. “No podemos sacar ninguna conclusión de ese vídeo. No hubo protestas de los Cardenales, y los árbitros nunca detectaron nada que indicara que hubo una sustancia extraña que se utilizara durante el juego”.
No es la primera vez que un señalamiento como este ocurre en medio de una Serie Mundial, pues en el 2006 el también zurdo Kenny Rogers fue acusado de utilizar en el segundo choque el llamado pine tar (una especie de pega), o al menos se insinuó eso.
Esto ocurrió precisamente en la Serie Mundial en que también San Luis era uno de los contendores, esa vez ante los Tigres de Detroit de Rogers. Y en esa ocasión el entonces dirigente de los Cardenales, Tony LaRussa hizo una advertencia aunque no necesariamente protestó formalmente el juego ante el árbitro principal.
En específico la queja fue por una mancha de tierra en la mano del pitcher de los Tigres, lo que dio la mala impresión que pudiera estar utilizando algún material para alterar la pelota. Rogers estuvo indescifrable esa noche en el Comerica Park de los Tigres, pues lanzó ocho entradas igualmente en blanco.
Rogers negó que hubiera utilizado ningún material extraño para alterar la bola. En la conferencia posterior al partido, dijo que lo que tenía en la mano era una especie de masa de tierra y que se la había sacudido. "Yo no sabía que estaba ahí (en la mano) hasta después de la primera entrada, me la quité y todo estuvo bien", dijo el serpentinero, quien, sin embargo, quiso corregir lo dicho la noche antes.
Un día después fue abordado nuevamente por los periodistas que cubrían la Serie Mundial y señaló que cometió un error al describir lo que tenía en la mano, porque pudo dar la impresión con su respuesta de que en efecto tenía algo extraño en su mano con intención de alterar la pelota.
El caso quedó ahí pues no se pudo probar nada.
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