La gerencia de Comunicaciones del AILA confirmó que el accidente paralizó por 26 minutos las actividades habituales de entrada y salida de vuelos, los chequeos en Migración y otras áreas vitales.
Ese suceso inesperado, que hizo colapsar en forma momentánea el servicio energético, obligó la utilización de lámparas de emergencias para mantener iluminadas las áreas de servicios y posibilitar el movimiento de funcionarios y empleados.
Por la vía telefónica, Yolanda Mañán, gerente de Comunicaciones, confirmó que el percance sufrido por el sistema de energía retrasó, al menos, el aterrizaje de dos vuelos, cuyos pilotos fueron instruidos mantenerse en el aire hasta que fue superado el problema.
“La descarga eléctrica inhibió, por razones de seguridad, todo el sistema de energía del aeropuerto”, dijo Mañán.
El problema con el servicio de electricidad generó preocupación en decenas de personas que esperaban a sus parientes en el área de salida del AILA, pero la calma volvió cuando fue anunciada la solución del problema y el sistema de energía fue restablecido, sin mayores consecuencias.
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