Un hombre ha fallecido esta mañana en una calle de Palma mientras estaba siendo retenido por un agente de la Policía Nacional. La víctima, de 37 años, ha muerto después de estar 20 minutos inmovilizado con el policía sentado sobre su pecho.
La muerte ha ocurrido a las 10.05 horas de esta mañana, después de que efectivos del 061 hayan intentado reanimarlo tras sufrir una parada cardíaca mientras el agente lo tenía inmovilizado. De hecho, el fallecido estuvo con el agente sobre su pecho desde las 09.45 horas hasta las 10.05 horas, momento en que murió tras sufrir unas convulsiones, según cuenta a este diario un testigo presencial. De esa forma, el hombre murió mientras tenía sobre sí al policía, que no se levantó hasta que el efectivo sanitario llegó para practicarle la reanimación.
Según informan desde el cuerpo de Policía Nacional, el fallecido fue retenido para que no se diera a la fuga y para evitar que se autolesionara o agrediera a otras personas.
Al parecer, la víctima había tomado altas dosis de cocaína, "estaba fuera de sí" y antes de ser retenido había saltado por la ventana de su piso para caer sobre un coche y salir corriendo por la calle semidesnudo, según contó una amiga del fallecido a los agentes.
Antes de fallecer, la víctima corría por la calle semidesnudo. Iba desde la calle Marqués de la Cenia en dirección a Joan Miró, sobre las 09.45 horas, cuando fue interceptado por una patrulla de Policía Nacional, que lo redujo en la acera y lo inmovilizó, según informan desde la web de información local Tablón de Noticias.
El policía que lo retuvo se sentó sobre su pecho para impedir que se moviera. Mientras tanto, el fallecido no dejaba de agitar los brazos y las piernas. Al cabo de unos minutos, las sacudidas para zafarse de la inmovilización derivaron en espasmos y convulsiones. A los pocos segundos, el cuerpo del retenido dejó de moverse y los agentes, dos uniformados y dos de paisano, colocaron al hombre en posición lateral de seguridad.
En ese punto de la intervención policial, los agentes vertieron sobre la cara de la víctima un botellín de agua con el propósito de reanimarla, aunque no lo consiguieron. Justo entonces, llegó una primera ambulancia -no medicalizada- cuyo técnico puso el cuerpo en posición frontal para practicar un masaje cardíaco.
Al cabo de media hora llegó una UCI Móvil y se volvió a intentar reanimar a la víctima. A las 10.30 horas los sanitarios colocaron sobre él la manta térmica de color dorado porque el hombre ya había fallecido.
Los policías desconocían la identidad de hombre y las circunstancias por las que corría sobre la calzada de Joan Miró en ropa interior. La autopsia determinará la causa del fallecimiento.
Hasta el lugar también se personó la Policía Judicial para tomar huellas e intentar identificar al fallecido.
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