La prudencia manda que el país retome el camino de la legalidad y de la transparencia, por encima del dolor que pueda producir investigar seriamente a Félix Bautista. Los papeles que mostró y posee Nuria Piera son un excelente punto de partida para el gobierno dominicano descubrir hasta dónde llega esta madeja que se ha creado en torno a este político y senador.
Sencillamente no se entienden las razones del gobierno para auspiciar un cerco sobre la periodista Nuria Piera, y comenzar a hostigar personas que presumiblemente pudieron entregarle información sobre las actividades comerciales del senador Félix Bautista.
Es cierto que estas informaciones ponen al descubierto actividades ilícitas, que deben ser perseguidas por el Estado Dominicano y por el Estado Haitiano. Sin embargo, la ilicitud no corresponde a la periodista, ni a las fuentes que entregaron los datos con los que Nuria trabajó, sino a las personas denunciadas.
El senador Félix Bautista es quien debe rendir cuentas. Eso es lo que ocurre en cualquier país democrático, que el funcionario o político que es descubierto in fraganti en la comisión de alguna irregularidad paga las penas que corresponden, yendo a la justicia, en una investigación y en un proceso legal que proteja sus derechos, pero que a la vez salve el honor de la sociedad, y hasta del gobierno.
La persecución denunciada por Nuria Piera pone en evidencia el apoyo del Estado al senador Félix Bautista en sus actividades comerciales en Haití. Ese dato es grave, y deja al descubierto una madeja de intereses políticos y económicos que no merece padecer la sociedad dominicana de hoy.
Lo que corresponde, en en aras de la transparencia y de la justicia, es que Nuria Piera sea visitada por el Procurador General de la República para solicitar su cooperación en la investigación que debe emprender esa dependencia sobre las actividades comerciales en las que aparece involucrado el senador Félix Bautista.
Es cierto que es miembro del Senado y del Partido de la Liberación Dominicana. Pero eso no lo excluye de ser investigado. En Haití se han iniciado los movimientos del Congreso para investigar al presidente de ese país por recibir soborno de empresarios y políticos de un país extranjero.
Nuria debe recibir todo el respaldo de la sociedad dominicana, y en particular del Gobierno. En aras de la transparencia de la que tanto se ha hablado, y hasta del programa Iniciativa Participativa Anticorrupción (IPAC), auspiciado por el gobierno y varios gobiernos extranjeros, entre ellos el gobierno de los Estados Unidos, que el pasado 8 de marzo premió a Nuria Piera con un reconocimiento por su coraje y contribución a la lucha contra la corrupción.
No es posible que el denunciado, que debe ser investigado, utilice ahora los mecanismos del Estado para tomar venganza contra Nuria Piera y las personas que sospecha le ofrecieron la informació. Si Félix Bautista sostiene que esa información es falsa, como tímidamente ha dicho, que inmediatamente lleve a Nuria Piera y a quienes han divulgado esas informaciones, a los tribunales. Es al señor Bautista que le corresponde demostrar la falsedad de las informaciones.
Es una ignominia que ahora persigan a Nuria, que acosen a personas a su alrededor, o que amenacen a quienes trabajan con los datos financieros de las empresas vinculadas a Félix Bautista. El caso tiene que ir a manos responsables, en una investigación que no deje dudas. La institucionalidad del país está por encima de cualquier otro interés.
El respeto a la ley es el norte de cualquier funcionario. Este caso no puede disiparse como una denuncia más. Tiene que ser investigada. Si no se procede con rapidez, estará quedando la impresión de que el Gobierno no tiene interés en investigar nada y anda buscando la protección de los denunciados. Los tribunales son los que deben actuar, más si admitimos que se ha puesto en peligro las relaciones económicas, políticas, diplomáticas y de vecindad que hasta ahora hemos tenido con Haití.
El Gobierno Dominicano está emplazado. Los países donantes de Haití están observando las reacciones del presidente y el gobierno haitiano a estas denuncias, y por supuesto que con el mismo interés están mirando lo que harán las autoridades dominicanas con respecto al senador Félix Bautista.
La prudencia manda que el país retome el camino de la legalidad y de la transparencia, por encima del dolor que pueda producir investigar seriamente a Félix Bautista. Los papeles que mostró y posee Nuria Piera son un excelente punto de partida para el gobierno dominicano descubrir hasta dónde llega esta madeja que se ha creado en torno a este político y senador.
El país debe esperar que sus autoridades actúen de la mejor manera. Esa es nuestra esperanza, por la transparencia y por el respeto a las leyes y a la nueva Constitución.
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